El físico Michael Morbius sabía que se estaba muriendo de una extraña enfermedad en la sangre, así que en un intento desesperado por sobrevivir se sometió a un experimento de regeneración celular, utilizando un suero extraído de la sangre de un murciélago. El resultado fue increíble: un humano con los poderes de un vampiro. La muerte accidental de su amigo, fue sólo el primero de muchos horrores en la vida de Morbius, el vampiro viviente.
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